El veterano lanzador derecho lleva 26 entradas seguidas sin permitir carreras con los Criollos de Caguas
Por Rubén A. Rodríguez
El dominio escénico que ha demostrado Dereck Rodríguez desde el montículo en lo que va de temporada con los Criollos de Caguas no ha sido una casualidad.
Con un año más de experiencia en su resumé y experimentado un invierno libre de lesiones, Rodríguez ha sacado provecho de su gran vivencia en el béisbol méxicano este año para traerla sobre la mesa en la liga invernal puertorriqueña y los resultados han sido excelentes.
Rodríguez, de 32 años, lleva 26 entradas seguidas sin permitir anotaciones en el torneo luego de una sólida salida de seis episodios el martes en la noche ante los Senadores de San Juan.
Y aunque está muy distante del récord para un lanzador abridor (Earl Harrist con 39.2 en la temporada del 1951-52) y de Fernando Cruz (relevista) con 57.1, resulta muy significativa la hazaña de Rodríguez tomando en cuenta que en la actualidad no es muy común que los abridores vayan a más distancia.
“Tengo que seguir haciendo lo que estoy haciendo. Atacar a los bateadores y dar outs. Lo mío yo no trato de cambiar. Independientemente de cómo esté el equipo cuando yo esté ese día en la loma, yo no cambio y siempre trato de hacer lo mío. Tirar strikes y sacar outs””, dijo Rodríguez al portal criollosdecaguas.com.
Rodríguez tiene marca de 1-0 en lo que va de campaña con catorce hits permitidos, tres bases por bolas concedidas y doce ponches en cinco salidas.
El hijo del legendario exreceptor Iván Rodríguez, reconoció la importancia que ha tenido para él este invierno el haber podido tener la experiencia de haberse mantenido lanzando todo el año. Comenzó trabajando en la liga de verano en México donde participó con los Charros de Jalisco.
También lo hizo con los propios Charros en la Liga Mexicana del Pacífico –durante un mes- y luego se unió a la novena de Puerto Rico en el torneo Premier 12.
“Este es el primer año que jugué en México. También jugué primer mes en la invernal de allá. Después me reuní con el equipo de Premier 12 y vine para acá (Criollos). O sea que tuve un mes y un poquito más tirando. Eso me ayudó. Yo estaba como se dice ‘game ready’. Llevaba un tiempito”, sostuvo al referirse al éxito que ha tenido con los Criollos en esta campaña invernal.
Los que han tenido la experiencia de ver lanzar este invierno a Rodríguez tienen que haberse dado cuenta de la madurez que ha adquirido el otrora jugador del cuadro. El tirador de 6-0 luce más sosegado desde el montículo y con más control de sus emociones.
“Más veteranía. Llevo pitcheando en esta liga como ocho años. Conozco mucho a estos bateadores. Me he enfrentado par de veces a ellos. También me conocen. Eso es la veteranía. A los chamaquitos dominándolos adentro, afuera. Cosas del juego. Cosas que he aprendido en los últimos par de años”.
Rodríguez, quien tuvo participaciones en las Mayores con los Gigantes de San Francisco, Mellizos de Minnesota y los Bravos de Atlanta, lanzó por primera vez en su carrera como professional fuera de los Estados Unidos en este año.
En el verano tuvo foja de 6-2 con 4.50 con Jalisco. En el invierno lanzó para 0-2 antes de reportarse al Premier 12.
La experiencia en el país aztecas fue inolvidable al punto que asegura haberse convertido en un mejor lanzador.
“No es que aprendí en México, más bien cosas que se olvidaron en Estados Unidos. El juego pequeño. Allá en México se usa mucho. Tirar adentro. En Estados Unidos todo el mundo tira duro, pero más para afuera. En México se tira mucho para adentro. Yo hice el ajuste allá. Volví a esas cositas que me están ayudando ahora”.
“Los instructores en México son ‘old school’. Yo tuve como ‘pitching coach’ en el verano a José Silva que me ayudó mucho”, recordó Rodríguez refiriéndose al espigado ex lanzador de Grandes Ligas que militó siete temporadas en las Mayores.
“El staff de ese equipo completo era muy bueno. El dirigente era Benji Hill. El no fue pitcher, pero jugó por muchos años. El sabe. Ve el juego y me ayudó mucho a como tirarle a los bateadores. Hay diferentes estilos. En México no hay muchos bateadores de poder sino bateadores que ponen la bola en juego, que juegan ‘pepper’ con uno. Para mí esos son los peores”.
“Prefiero uno que venga a tratar de sacármela a uno que trate de ponerme la bola en juego. Y el pitcheo es igual. Mucho ‘off speed’ (cambio de velocidad). Mucha maña. Hay gente que lanzan de 96 y 97 millas para arriba, pero ya lo que tiran así de duro están en Estados Unidos. En México se pitchea. Se ‘spotean’ los lanzamientos, tirar alto, bajito. Eso es lo que uno aprende. La bola no rompe mucho por la altura”.
“Uno tiene que aprender a hacer ajuste. Se lo puedes preguntar a Alex Claudio que tiró allá con los Diablos que es más alto todavía. Como le he dicho a muchos muchachos aquí la diferencia donde estaba tirando en México era la altura. Parecido a Colorado donde la bola se mueve mucho”, aseguró Rodríguez quien espera regresar a lanzar allá este verano.
“Regreso a México si no sale nada en los Estados Unidos. Me gustaría. Pasé una experiencia buena . Es una liga buena”.
Por ultimo, Rodríguez le restó importancia al hecho de que haya tenido salidas con los Criollos en la que no recibió el beneficio de la victoria debido al poco respaldo ofensivo del equipo. El boricua ha tenido cuatro aperturas sin decisión.
“El juego ha cambiado tanto que las victorias y las derrotas para los pitchers no es una estadística tan importante. Tú puedes abrir un juego y te dan un jonrón en la primera entrada y perdiste 1-0, pero tirastes un juegazo. Esas son cosas que aprendí. Yo lo que quiero es que mi equipo gane. Me pueden caer a palo y se van alante 5-0, pero si me equipo gana eso es lo importante”.
“Esta segunda mitad de temporada cada salida es importante. Cada juego, cada entrada de ahora en adelante es importante. Hay que meter mano, concluyó.